
Cinco años atrás había ido al Tepozteco. En esa ocasión Iliana, la Hillary de la casa, subió cargando a Emilianito, mi socoyote, quien tenía dos años de edad y no quiso dar un paso por sí mismo. Max, mi chipote mayor, por su parte, con sus escasos cuatro años y pico lo subió y bajó solo... era tan veloz que debía llamarle a chiflidos para que nos esperara piedras más arriba...
Regresé hace un fin de semana a esa zona arqueológica. Ahora fue Emiliano quien caminó con más decisión y fuerza. Durante el recorrido descubrí que ya hay escaleras en largos tramos y la escalinata de hierro de hasta arriba, ya la modificaron para hacer más cómodo y seguro el último suspiro previo a la cima. Cuando llegamos al tope, ciertamente estábamos algo agotados pero la tiendita rústica donde venden refresco de toronja con jugo de limón y un toquecito de tequila todavíe está; así que pedimos nuestros respectivos vasos mientras los niños, cuyas galletas habían sobrevivido al camino, eran literalmente asaltados por unos voraces mamíferos de cuatro patas y larga nariz, quienes se llevaron la golosina en cuestión de segundos dejando entre divertidos y angustiados a mis retoños.
Los cuadrúpedos pandilleros eran unos 20 tejones mexicanos, también conocidos como coatíes, los que introdujeron como atracción turística pero que, a mi juicio, llegan a ser molestos: están a la expectativa de arrebatar solos o en manada lo que humildemente lleva el visitante para botanear.
En la tiendita, incluso, venden paquetes de cacahuates japoneses para dar a los bichos.Los cuadrúpedos pandilleros eran unos 20 tejones mexicanos, también conocidos como coatíes, los que introdujeron como atracción turística pero que, a mi juicio, llegan a ser molestos: están a la expectativa de arrebatar solos o en manada lo que humildemente lleva el visitante para botanear.
En fin, al subir nuevamente recordé a Jaime Maussan y sus mitos orates sobre marcianos y la leyenda del Tepozteco, que palabras más, palabras menos, dice así:
Leyenda del tepozteco
Tepoztécatl gozó de amplia consideración en su pueblo natal y fue designado Señor de Tepoztlán y sacerdote del ídolo Ometochtli (Dos Conejo). Pero años después desapareció, no se sabe si murió o se fue a otra parte, pero hay quienes dicen que se fue a vivir junto a la pirámide, para siempre.
Sobre la pirámide del Tepozteco
El nombre de Tepoztlán
De origen náhuatl, proviene de los vocablos Tepoztécatl (divinidad nahua) y tlan (junto a), por lo que su significado es: “en compañía de Tepoztécatl”. Hay quienes afirman que el nombre Tepoztlán también significa "junto al cobre", o “lugar de las piedras quebradas". El jeroglífico es una hacha de metal incrustada en un cerro. El hacha (tepuztlauiztli) es un recurso fonético para escribir el nombre que, junto con el Tepozteco, es signo del lugar.
Respecto a los otros significados, se ha dicho que provienen del hecho de que en una parte de la sierra de Tepoztlán existieron minas de las que alguna vez se extrajo cobre. También se ha asociado a los cortes naturales que caracterizan a estas montañas, que forman profundas caídas verticales y conforman, junto con la vegetación, un paisaje natural de gran belleza.
Respecto a los otros significados, se ha dicho que provienen del hecho de que en una parte de la sierra de Tepoztlán existieron minas de las que alguna vez se extrajo cobre. También se ha asociado a los cortes naturales que caracterizan a estas montañas, que forman profundas caídas verticales y conforman, junto con la vegetación, un paisaje natural de gran belleza.
El pueblo de Tepoztlán se encuentra al norte del estado de Morelos, en la República Mexicana; colinda, con los municipios de Cuernavaca, Jiutepec, Yautepec, Tlayacapan y Tlalnepantla; al norte, con el Distrito Federal. Se desconoce la fecha exacta de su fundación, pero se calcula que la pirámide del Tepozteco se construyó hacia el año 1150. Además, se sabe que entre 1441 y 1469, Moctezuma Ilhuicamina, emperador azteca, conquistó 33 pueblos, entre ellos Tepoztlán. Por esta razón, se pagaban tributos al imperio azteca. Más tarde, Hernán Cortés se adjudicó ésta y otras poblaciones.

Emiliano, reportero de la naturaleza.

Iliana y Vicky en relax después de subir...

Pajarraco de piedra que nos vigila desde la torre de una Iglesia antigua.

Iglesia antigua en el corazón del pueblo (en la cruz izquierda está el pajarraco de piedra).
Emiliano, reportero de la naturaleza.
Iliana y Vicky en relax después de subir...
Pajarraco de piedra que nos vigila desde la torre de una Iglesia antigua.
Iglesia antigua en el corazón del pueblo (en la cruz izquierda está el pajarraco de piedra).
Si caminas sin prisa, descubrirás gran variedad de fauna y flora que puede sorprenderte.
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